Hace poco me hicieron la consulta del porque nunca peleaba con mi esposa la cual me pareció un tanto graciosa ya que como seres humanos siempre estamos viendo como poder en cierta manera crear conflictos en todos lados y quiero aclarar que no es que no hemos tenido ciertas discusiones, lo diferente es que podemos hablar sin alterarnos. Resolvemos los problemas como lo hacíamos cuando éramos novios, platicar.
Y es justamente lo que quiero decirles, uno de los secretos del matrimonio, aparte de ponerlo en las manos de Dios siempre, es continuar con el noviazgo después del matrimonio. A medida que ha pasado el tiempo en este caminar de ayudar a matrimonios hemos visto principalmente esposas decirnos, “el en el noviazgo era de otra manera”.
Es muy bonito continuar con las cortesías propias del noviazgo durante la vida de casados, un matrimonio de éxito o un matrimonio lleno de amor no surge de la nada si no más bien que cada día debe desarrollarse, día a día debe ir sorprendiendo a la pareja.
El error más común es suponer que usted ya expreso todo su amor, que su pareja supone que usted la ama solo porque se ha casado, no dé por sentado el amor de su pareja, más bien anímese a expresarlo de una u otra manera, la monotonía destruirá su matrimonio. Dia con día piense y haga que el amor crezca y nunca deje de expresarlo porque corre el riesgo que morirá y terminarán separándose.
Cuando novios pensábamos siempre en como agradar a esa persona siendo simplemente novios, porque no agradar el doble a su esposa o esposo que es la persona con quien vive todos los días, es la persona que es el padre o madre de sus hijos.
El amor y la felicidad se comparten, pasen tanto tiempo como sea posible haciendo cosas juntos, en la mañana salúdese con entusiasmo, tomen momentos de descanso, coman, conversen, cocinen y salgan al cine juntos. No descuiden los pequeños actos que puedan realizar para animarse el uno al otro y para demostrarse afecto. Sorpréndanse mutuamente con pequeños regalos, haga una competencia sana de quien se ama más y demuéstraselo con palabras y caricias.
Hoy te invito a ti, a que recuerdes junto a tu esposa o esposo donde fue tu primera cita y usted caballero, sacerdote de hogar, compre y regálele a su esposa el primer presente que le dio cuando cumplió un mes de novios, todos nos lucimos ese día, vuélvelo a vivir y ama como nunca a tu esposa.